domingo, 8 de enero de 2012

Cuando más es menos en Navidad y Reyes

En estas fechas es cada vez más frecuente este tipo de escena: en medio de la fiesta y felicidad de la apertura de regalos, tras la cena de navidad, un niño recibe uno de sus regalos, rompe con ansiedad el papel, se queda mirando el regalo unos segundos... sin abrirlo, sin decir nada tira el juguete al suelo y pide con la misma ansiedad el siguiente regalo.

¿Cuándo el dar resta más que suma? ¿Cuándo too much is too much?

¿Es una actitud negativa del niño? ¿Es acaso él el responsable?

Creo que su actitud es normal, es un niño. Es pequeño y reacciona a los estímulos que recibe y en estas fechas, nosotros los adultos nos pasamos tres pueblos en estímulos. Para el niño es difícil decidir entre tantas opciones, luego percibe que es normal recibir siempre muchas cosas y siempre lo que uno quiere y cuando lo quiere. Luego los padres nos quejamos de que el niño es caprichoso, que gestiona mal la frustración, que es un malagradecido y no nos damos cuenta de que somos nosotros quienes estamos provocando ese comportamiento y afectando su personalidad para el futuro y, de propina, ayudándole a olvidar la razón principal por la cual existe la celebración de Navidad y Reyes.

Y no es sólo una cuestión de los padres. A veces el problema viene de afuera. Como padres compramos uno, dos, tres regalos que nos apetece regalar y el conflicto surge cuando familiares, amigos, vecinos, colegas suman más a esos tres regalos y al final el niño recibe una montaña de estímulos de la cual no sabe como salir y por supuesto, no aprende a valorar.

Actualmente es más fácil comprar y hay mucha más oferta y si eso lo combinamos con el "quiero dar todo lo que no me dieron" tenemos como resultado un comportamiento en el niño que se acentuará en su período de pre adolescencia y adolescencia.

¿Algo para pensar no creen?

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