lunes, 16 de noviembre de 2009

Con la PUERTA en las NARICES !!!

Durante nuestra vida todos hemos experimentado momentos en los que nos sentimos cansados, desmoralizados, que algo no anda bien.

¿Te ha pasado que quieres hacer algo en tu vida, intentas y vuelves a intentar y después del último fracaso (ya sea real o imaginario) tienes miedo a seguir intentando?

¿Qué hacer cuando tenemos miedo a dar el siguiente paso hacia adelante? ¿Qué hacer cuando sientes que ya no puedes más?

Fíjate en la gente que para ti tienen éxito en la vida. ¿Acaso esa gente no ha soportado enormes cantidades de frustración, fracaso y rechazo?

No se trata de una carrera de velocidad sino de resistencia.


No sólo eso. Durante el camino, estas personas seguramente aprendieron a disfrutar de este proceso ... aunque a veces sea doloroso. Es decir, su actitud ante el fracaso, el rechazo y la frustración es el elemento que marca la diferencia.

¿Qué opinarías si te dijera que tus “logros” en la vida están relacionados proporcionalmente al número de fracasos que sufres?

¿Te sonaría lógico si te dijera que cuantos más fracasos acumules más cerca estarás de lo que para ti es el éxito?

¿Es lógico pensar que en gran medida el éxito se basa en la experiencia así como la experiencia se basa en el fracaso?

Imagina que eres un vendedor de puerta en puerta. Después del décimo portazo que te dan en las narices es normal que te desmotives, te frustres y que te asuste la posibilidad de no poder tolerar un onceavo portazo. Tu mente se puede llenar de frases como: “Para que sigo”, “esto no tiene sentido”, “no vale la pena”. Además tu actitud positiva inicial ante el trabajo desaparece provocando que tu desempeño disminuya lo que provocará que seguramente te sigan cerrando la puerta en la nariz.

Déjame compartir contigo un caso en especial. Retrataba de un vendedor con el que tuve la oportunidad de charlar durante un curso que impartía en México. Su experiencia es el perfecto ejemplo de lo que quiero decir.

Me acuerdo que le hice esta pregunta:

“¿Cuántos NO’s recibes antes de un SI (promedio)?”

A lo que me respondió: “No se, varía pero un promedio de treinta aproximadamente”.

“¿Cuál es tu ganancia cuando cierras una venta (promedio)?”.

“Cinco mil dólares mas o menos” me respondió.

Entonces le hice el siguiente comentario:

“Dividiendo cinco mil dólares entre treinta visitas, significa que por cada visita que haces, es decir cada NO que te dicen, recibes 167.00 DLLS. Te pagan 167 dólares por cada portazo en la nariz”.

Se me quedo mirando y me dijo: “Nunca lo había pensado desde ese ángulo”. Su actitud cambio así como su nivel de motivación por lo que sus ventas aumentaron considerablemente el siguiente año.

¿Cuantos portazos estas dispuesto a recibir antes de que te llegue un SI? ¿Cuantas veces presentas en tu trabajo un nuevo proyecto, una nueva idea? ¿Cuántos "NOs", cuántos portazos estás dispuesto a soportar por tu idea o proyecto?

Michael Jordan se reía cuando le aplaudían ese tiro en el último segundo que al final le daba la victoria a su equipo. "La gente siempre recuerda esa canasta en el último segundo pero se olvidan de las otras 34 canastas que intente en el último segundo que no entraron. Lo que si es seguro es que voy a fallar todas las canastas que ni intente". Y así existen muchos casos en donde el “fracaso” ha ido a la par del éxito (Baby Ruth, Coronel Sanders, Ediso, Jobs etc.) Y ambos elementos fueron parte de la vida de estas personas en donde su actitud ante los fracasos fue el elemento que les permitió conseguir lo que querían.

Si alguien te abre la puerta a la primera ... hmmmm; mala suerte. Porque te llevarás una idea equivocada de como son las cosas en el mundo. No existe el éxito fácil, el precio que hay que pagar siempre va en proporción al sueño u objetivo que busques. Y el secreto consiste, no en conseguir el objetivo, sino en disfrutar de la busqueda.

Mucha gente que busca “tesoros” a caído presa de la desesperación al estar parados en medio de un agujero de 30 pies de profundidad después de haber cavado por meses y seguir con las manos vacías. En ese momento han tirado la pala, han maldecido y se han marchado sin saber que su tesoro se encontraba a pocos centímetros bajo sus pies, a una palada más.

Se dice que en la mayoría de los casos la gente que fracasa en la vida son personas que se rindieron sin saber lo cerca que estaban del éxito.

Anímate, sigue tocando las puertas, nunca se sabe, tal vez esa puerta que tienes miedo a tocar, no vaya a ser que te la cierren en la nariz nuevamente, sea la que se abra entregándote todo aquello que tanto buscas.

Knock, knock. Adelante, pase usted.

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